lunes, 18 de junio de 2007

Mujeres de Darfur
La notica recorrió algunos periódicos durante la semana pasada y más de un articulista decidió dedicarle una reflexión al tema. Uno de ellos fue Baltasar Porcel en La Vanguardia ayer domingo, día 17/06/07. El autor comentaba en su columna titulada "Unas chicas en Darfur" las palabras del cardenal Renato Martino y del Vaticano contra Amnistia Internacional y su firme apoyo al derecho de las mujeres y niñas a ejercer sus derechos sexuales y reproductivos sin sufrir amenazas, fuerza o coacción, derecho al que asocian el derecho al aborto en situaciones como los embarazos tras las masivas violaciones de mujeres y niñas de Darfur. El Vaticano afirmó, ante la postura de AI que iba a retirar su ayuda económica a la organización. AI se apresuró a aclarar que jamás habían aceptado fondos del Vaticano ni aceptaban dinero de ningún estado para llevar a cabo su trabajo.
Decía Porcel en su artículo "(...) firmemente convencido (el Papa) de que las mujeres africanas deben ser madres antes que seres libres, responsables, y tener acceso a toda felicidad posible, decreta que si han sido violadas por los soldados, como lo son a mansalva, deben parir pues así lo designa una concepción religiosa que niega su individualidad en aras de la procreación de las especies. Aunque esto les comporte que los suyos las desprecien por engendrar criaturas del enemigo y que por ello las echen a los caminos, al hambre y a todas las desgracias".
El escritor comentaba a continuación y siguiendo su reflexión que san Agustín ya dijo que la castidad era un virtud de la mente y no una mera condición corporal, con lo que "la lascivia de otro no puede mancharte" y añadía Porcel "O sea, que un soldado ebrio y asesino no puede ser el omnipotente amo que condene aún más a unas chicas que ya ha desgarrado en Darfur". Recomendaba a continuación a Joseph Ratzinger una relectura de "La ciudad de Dios", de Agustín de Hipona, ya que seguramente había olvidado sus antiguas palabras.

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