Egos y ONG's
Comienza a resultar un tanto cansino que cualquier información sobre el mundo de la solidaridad y la cooperación vaya sustentada en la amarillenta coletilla “tras los escándalos de Anesvad e Intervida”. Claro que por lo menos ahora sale alguna noticia de vez en cuando, porque ya se sabe que las buenas noticias no son noticias. A lo mejor, al final hay que estarles agradecidos a estas dos ONG, objetivo de todo tipo de indignaciones, fundadas e infundadas. En esta línea, y con el gratuito y llamativo titular “Como no dirigir una ONG”, el diario la Vanguardia publicaba el pasado 27 de mayo una página con las conclusiones de un curso sobre gestión de ONG impartido por el carismático Ignasi Carreras
Magro favor le han hecho al ex secretario general de Intermón, cuya ultima aportación al debate sobre la situación y el futuro de las ONG, sería, según el diario barcelonés, la Teoría del Ego. Según lo publicado en La Vanguardia, una de las soluciones a los problemas de modelo, gestión y transparencia del tercer sector pasa por la creación de líderes sin ego: “Tratamos de ver qué tipo de líderes deben ser esos alumnos. Se tiende a creer que son los fuertes, los que tienen gran capacidad de trabajo y dominio de la escena. Esos no siempre son transparentes y tienen efectos negativos como Anesvad o Intervida. Ese tipo de líder -prosigue- sólo tiene sentido en una etapa: luego impide a la ONG crecer". Así pues, quien lidera una ONG debe ser honesto y coherente, saber gestionarla sin convertirse en gestor, sin perder ideales y compromiso". Y tener legitimidad, empatía y humildad, de lo contrario no sabrá gestionar sus egos y los de su equipo. En el sector social los egos están muy presentes, pero la ONG es de la sociedad". Traduciendo: los líderes fuertes están bien cuando están bien, pero muy mal cuando ya no hacen falta y eso es muy grave en dos ONG en concreto y beneficioso en el resto en abstracto. O sea: los egos, egos son, y a tí te encontré en la calle.
Carreras, que ha cambiado su liderazgo personal durante diez años en una de las mayores ong del país, por un “púlpito empresarial” (La Vanguardia dixit) dirigiendo el Instituto De Innovación Social, creado por ESADE, realizó esta reflexión cuando impartía el último módulo del curso de dirección y gestión de ONG, titulado “La gestión del cambio y el liderazgo en las ONG de Desarrollo”. A buen seguro que el curso fue muy interesante y aportó algo más que esta beatífica reflexión sobre los egos, algo de lo que no andan carentes en ninguna entidad del mundo de la cooperación. De lo contrario, parece un episodio más de las declaraciones en las que todos salen muy bien parados, limpios, eficaces y autosostenibles, exceptuando, claro, las excepciones que, mira tu por donde, resultan ser siempre las mismas.
Quizá sería conveniente un curso para periodistas en el que se profundice en la necesidad de una verdadera información sobre el entorno de las ONG y la cooperación, más allá de presuntos escándalos y titulares llamativos. Si emerge un nuevo sector, emerge una nueva especialidad informativa. Quizá haya que empezar a ir un poco más allá del titular.
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